martes, 24 de septiembre de 2013

INTERNET PARA LA DIFUSIÓN CULTURAL Y LA DEMAGOGIA POLÍTICA


Con motivo del festival de Cine de San Sebastián, el máximo responsable político del país, esto es el Ministro, confirmó que se comenzará a cursar en breve período de tiempo una asignatura sobre cultura audiovisual “para que los alumnos aprendan y sepan elegir el buen cine y no vean cualquier cosa por internet”.

JellyCádiz es una asociación apolítica y será lo más objetiva posible, pero pondrá negro sobre blanco aquellas iniciativas que pensamos que vayan en contra de la difusión y mantenimiento de la cultura. Sin duda, este tipo de afirmaciones van en contra de ello.

En los últimos años, el uso de internet en la industria creativa cultural ha aumentado. Es uno de los canales de comunicación, distribución y venta de diferentes productos y servicios culturales más potentes, desplazando los tradicionales. La mayor presencia de internet en los hogares y la aparición de nuevos productos tales como las redes sociales, ha facilitado el acercamiento de dichos productos cultuales a la sociedad. Es más, estos canales de distribución han permitido la aparición de nuevas herramientas que facilitan la defensa de la propiedad de los creadores, así como su mayor difusión y conocimiento de la obra de los mismos.

Internet, nuvas tecnologías de la información, aplicaciones móviles...todas ellas facilitan el acceso a la cultura y la democratiza puesto que permite que cualquier usuario con acceso a la red de redes, pueda consumir un bien cultural, desde películas, hasta exposiciones de cuadros y museos virtuales, galerías fotográficas, ebooks, diseños y logotipos libres de licencias, acceso a la música etc...

Es mejor educar sobre un correcto uso de las diferentes plataformas que podemos encontrar en la RED, que educar para evitar INTERNET como un mecanismo de distribución. A ver cuándo somos conscientes que internet no ha acabado con la industria cultural, ni ha supuesto la ruina de los artistas, ni fomenta la piratería. Las nuevas tecnologías permiten que un grupo que salga de alguno de los garajes que se encuentran en las afueras de la Zona Franca de Cádiz pueda subir el vídeo de alguno de sus ensayos y que en ese momento, alguien en los Ángeles o San Petesburgo por ejemplo  tenga acceso a él...con una promoción y segmentación adecuada claro está. 

Esto es un escenario idílico, pero no imposible. Un grupo denominado Arctic Monkeys, banda sonora de los que escriben por otro lado este post, se hizo famoso gracias a los vídeos ripeados por los fans que acudían a sus conciertos. En ningún momento se molestaron por ello, todo lo contrario, la viralidad de dichos contenidos, permitía que cada vez más personas conocieran las letras de sus canciones y acudieran a sus conciertos...fuente de ingresos principal para cualquier músico. 

Es interesante saber que de las 10 personas con más me gusta en Facebook, esa red social que ha cambiado hábitos a la hora de consumir horas de banda ancha, 9 son artistas. En twitter, de las 10 más seguidas, 7 lo son, según el último informe de la IFPI. Otra cuestión es que éstos pertenezcan al mainstream pero eso sería otro debate. 

Centrandonos en este caso en la industria y el mercado musical, en España, la caída de las ventas de música ha llegado a mínimos históricos, disminuyendo un 12% en lo que llevamos de 2013 según PROMUSICAE, aunque la venta y distribución en otras plataformas digitales tales como Spotify, Deezer o XBox Music han incrementado su facturación en un 18'5%. 

Por tanto, que no se juegue con la cultura lanzando cortinas de humo, en el que la educación está tan en entredicho y que no vea a Internet como el enemigo, aunque en muchas ocasiones las opiniones que se vierten en las redes sociales no sean del agrado de los poderes gubernamentales. Que no se mire a otro lado cuando uno de los principales problemas es el aumento de los impuestos al consumo que encarecen la compra de dichos artículos, posicionándolos como artículos casi de lujo, sin embargo en los países a los que denominamos referentes europeos lo tienen hasta 10 puntos más bajos. 

No se evitan más silbidos con demagogia. Los problemas de la cultura son otros que están siendo provocados por parte de las propias administraciones. Ya está bien de echarle la culpa a internet. 

Hasta el siguiente post.

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