El pasado viernes, tuvo lugar en el Rebel Bar, una reunión de agentes del sector musical en Cádiz. El objetivo era promover la colaboración local entre los mismos, así como crear posibles lazos mediante el uso de las redes sociales con otros "hosts" situados en otros países. Todo ello encuadrado en el movimiento internacional "Glocal" JellyWeek.
El evento estuvo promovido por JellyweekCádiz, con la colaboración activa de Luisma Monroy y Jaime Moreno, así como de Josele Elvira propietario del REBEL BAR.
Creadores, músicos, organizadores de eventos, productoras
asociaciones y empresarios del sector discográfico estuvieron representados por
la cantautora Verónica Díaz, el pianista de jazz-flamenco Sergio Monroy, los
organizadores del fesitval internacional Monkey Week Cesar y Jesús Guisado, el
programador de la Sala Supersonic y guitarrista de la banda G.A.S Drummer Pablo
Magallanes, el productor musical de Noise Spectrum Luisma Monroy, el rapero
Ismael Moussa CIFRA 3, el cantautor Fernando Lobo, la asociación Musicario con
Omar Viera y Marina Fernandez al frente, el gerente de Proximum y director de
Espoticai Daniel Carrasco y el cantautor Antonio Martínez Ares.
En un ambiente distendido, se abordaron temas de
actualidad que afectan directamente a la música tales como el salario y el
empleo o trabajo de los artistas, la coordinación de los diferentes conciertos
que tienen lugar en el territorio, la actuación en muchas ocasiones
"perversa" de los empresarios implicados dentro de la industria, las nuevas
formas de dar a conocer los trabajos realizados por parte de los músicos, la
necesidad de crear cultura musical entre la ciudadanía, la necesidad de valorar
el tiempo invertido por parte de los creadores y los gastos en los que éstos
incurren cuando van a lanzar un nuevo trabajo o van a realizar un
concierto.
Fueron muchos los temas que se quedaron en el tintero y
que por una cuestión de tiempo no pudieron ser abordados en mayor profundidad
tales como; la propiedad intelectual y derecho sobre la creación, y las nuevas
formas de gestión de las mismas, la aplicación de nuevas tecnologías y usos
alternativos de las obras de los verdaderos protagonistas de este sector: los
músicos, artistas y autores, los nuevos métodos de búsqueda de financiación
como el crowfunding, el uso de espacios públicos en desuso que podrían ser
resucitados mediante la iniciativa privada, la necesidad de visualizar la
generación de riqueza y el potencial de ésta en un sector que en los últimos
años está tambaleándose por la incertidumbre del entorno en el que se
desarrolla.
Pero lo que sí que quedó claro, fue la necesidad de
colaborar para que todos los actores de la cadena de valor del sector se
beneficien de las acciones conjuntas, y sobre todo de la gran capacidad
creadora que se está desarrollando el los últimos tiempos. Nunca ha existido
tanta creatividad como en la actualidad.
Definitivamente algo se está
moviendo en beneficio de la música...y que todos la escuchemos.
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